Categorías
[EFP] El funcionario Perplejo

(Des)integridad moral

En los últimos meses en mi entorno laboral hemos asistido a conflictos bastante desagradables que han llegado a los tribunales académicos y civiles y que han tenido como primera consecuencia la dimisión de cargos.
En medio de ese contexto, hace unas semanas un profesor me confesó lo mal que lo había pasado durante mucho tiempo pensando en el acoso laboral que se había ejercido sobre una persona de su centro de trabajo. Me comentó como esa compañera había caído enferma producto de una acción cuidadosamente premeditada y sibilinamente ejecutada por parte personas que ostentaban un cargo académico. También me explicó la preocupación que le había supuesto el asistir a todo ese proceso. Toda la conversación transcurrió con un tono a mitad de camino entre el victimismo personal y la equidistancia moral.  
Sin embargo, se le olvidó mencionar que él mismo formaba parte del equipo del cargo académico al que acusaba. También omitió decir que, una vez que él obtuvo un cargo de responsabilidad, sin mostrar por entonces ningún tipo de remordimiento, le prometió a esa compañera, envuelta nuevamente en otro caso de acoso (uno más), que él mismo llevaría el presunto abuso y la correspondiente defensa ante las autoridades académicas, civiles o penales… Pero evidentemente, cuando se confirmó, no lo hizo.
Probablemente lo que me resultó más asombroso, sabiendo que yo era conocedor de la situación, fue escucharlo hablar del tema en tercera persona, intentando ponerse en una postura alejada, como si él no tuviera nada que ver, derivando toda la responsabilidad hacia otra persona, tal y como se hace en cualquier guion cinematográfico clásico, culpabilizando al muerto.
Extrañamente, lo único que despertó en mi fue un sentimiento profundo y auténtico de compasión, porque resultaba patético asistir a un intento inconsciente y agónico de blanqueamiento moral a través de una lucha interna en la que solamente era capaz de hablar su atormentada conciencia.

[PBD. Profesor BullDog]. A ver EFP. ¿Por qué te lo cuenta a ti…para que tú lo absuelvas? No sabía que tuvieras esa capacidad o ese don. Seguramente este lo que quiere es que tu intercedas.
[MDD. Maestro DonDepende]. Por lo que cuentas, da la sensación que este está pasando por lo mismo que él hizo en su momento. Estas cosas de los cargos de conciencia solo ocurren cuando finalmente las vives en primera persona y sufres lo que has hecho sufrir. Ósea, que seguramente ha encontrado la horma de su zapato y se ha materializado su vileza, aunque sea inconscientemente. O realmente tiene amnesia.
[ENR. El Niño Roto]. Desde mi punto de vista la pregunta es obvia ¿será capaz de asimilar que todo pasa por asumir de verdad las propias responsabilidades y pedirle perdón de manera sincera a la acosada? ¿será capaz de enfrentarse a todo lo que esa asunción de culpa pudiera provocar? Porque lo que está claro es que mientras no lo haga, su enfermedad se seguirá apoderando de él. La verdad [EFP], entiendo tu compasión.
Francisco de Goya. Capricho 19. Todos caerán
Categorías
[EFP] El funcionario Perplejo

De catedráticas y catedráticos de boquilla

Resulta curioso cómo solemos dar acuse recibo gratuito a correos y comunicaciones que contienen muy poco interés, pero que, sin embargo, resultan relevantes debido a la información que se encuentra en la parte final, en la zona de la firma y la declaración de privacidad (esto último no es el contenido de esta reflexión, pero también sería tema de análisis). Me llama la atención cuando la firma, de manera ostentosa, resalta el cargo o categoría profesional, y no digamos cuando se van agregando cargos, proyectos, grupos y entidades de manera más o menos pomposa.
Nunca lo he entendido muy bien, pero tengo la sensación que este comportamiento puede obedecer a un sentimiento de vanidad o una necesidad de reafirmación de la propia valía o pertenencia a un grupo determinado. En cualquier caso, casi siempre me ha parecido indicativo de cuestiones que van mucho más allá de lo meramente informativo, algo así como si la firma/cargo incluyera en sí misma un plus de autoridad intelectual o dominio competencial, que se le presume a una clase social supuestamente superior o elitista. En definitiva, se trata de un gesto nimio que solo tiene la intención de maquillar la incapacidad de asumir un sentimiento personal de miedo a no ser capaz a no ser bueno, a no ser suficiente o a no ser reconocido, ósea, nada ajeno a la propia condición humana.
Lo más interesante ocurre cuando todo esto, que carece de importancia, se revela en contra de uno mismo, produciendo paradojas surrealistas. No es la primera vez que se vea escrito que fulanito o menganita son catedráticos de algo, cuando en realidad no lo son. La mayor parte de las veces, esto se debe a una imprecisión periodística o a un desconocimiento formal del responsable de redactar el texto. Sin embargo, siempre queda la duda de si, en el desarrollo coloquial de una conversación, la persistencia del subconsciente traiciona.
 
[MDD. Maestro Don Depende]. Totalmente de acuerdo EFP, de alguna manera es la venganza que les regala la tozuda realidad, harta y cansada de aguantar la propia inconsistencia, para ponerlos nuevamente en el lugar que nos corresponde.
[PBD. Profesor BullDog]. Pero que finos sois diciéndolo todo. De que estamos hablando…. supremacismo, elitismo, soberbia… quizá la vanidad lo contenga todo, pero desconozco porque esta palabra tiene mejor prensa que todo el resto, así que prefiero llamarlo con su nombre, por muy duro que suene.
[ENR. El niño roto]. Tal vez deberíamos verlo con una mayor perspectiva. Para mí, la clave está en que, siendo seguramente cierto casi todo lo que se está planteando, forma parte de la condición (debilidad) humana y, por tanto, comprensible y hasta justificable. ¿O, es qué alguno de vosotros está libre de culpa…? ¿Qué me vais a decir ahora, que nunca lo habéis hecho, que ni se os ha pasado por la imaginación…?
[PBD]. ENR como siempre de bajona…
[MDD]. Tal vez me lo haya planteado, pero también las consecuencias.
Francisco de Goya. Capricho 6. Nadie se conoce
Categorías
[EFP] El funcionario Perplejo

Metomentodo

Me resulta muy llamativa la capacidad de algunas personas para meterse en todos los asuntos que encuentran a su paso independientemente que les afecte o no. Es como si no lo pudieran evitar, como esos chiquillos que tienen que ir pisando todos los charcos que se encuentran a su paso sin importarles ni si mojan o se mojan ni las consecuencias posteriores con su padres o responsables. Se trata, sin duda, de una conducta que es superior a sus fuerzas y a su voluntad y que es plenamente disculpable, incluso defendible, cuando se trata de un infante, pero más difícilmente comprensible cuando se refiere a personas que se enmarcan en edades supuestamente adultas.
Me refiero expresamente a los metomentodos profesionales y me voy a circunscribir exclusivamente al ámbito social y lo que generan en su entorno, sin entrar a valorar aspectos de tipo personal que requerirían de tratamiento especializado ajeno totalmente a mis conocimientos. Es decir, me circunscribiré exclusivamente a lo observado de manera personal y, por tanto, carente de todo rigor científico.
Dentro de esta tipología social hay que distinguir tres categorías bien diferenciadas.
  • La primera es el metomentodo patológico, es decir, aquel que no lo puede evitar meterse en todos los asuntos por los que transcurre aunque no tenga una intencionalidad clara, ni buena ni mala, aun siendo plenamente consciente de los perjuicios que esta actitud le genera. Es el típico bocachancla al que luego hay que soportar lamentándose de su mala fortuna en las cosas de la vida y que inevitablemente corre hacia el desastre sistemático de él y de los suyos, transitando por procesos de victimización y lloriqueo.
  • La segunda categoría hace referencia al metomentodo interesado, es decir aquel que se mete en todos los asuntos con la intencionalidad de conseguir beneficios propios. Es la típica persona trepa con actitudes sibilinas, con un vago fundamento ético y dudosa integridad que presenta aparentes habilidades sociales con sesgos de yoismo, falsa prepotencia y ligeros rasgos de superioridad moral.
  • La tercera categoría hace referencia al metomentodo perverso, es decir aquel que se mete en todo con la intencionalidad de conseguir beneficios propios o perjuicios para los que supone oponentes. Se trata de elementos con actitudes sibilinas, carentes de toda ética y moralidad, con unas sorprendentes habilidades sociales, que presentan sesgos permanentes de yoismo, propotencia, supremacismo, maternalismo, victimismo y actitudes evidentes que demuestran superioridad moral.
No considero que sean categóricamente estancos, porque las personas son o aparentan ser fluctuantes, pero supongo que cualquiera, ya habrá sido capaz de ponerle nombre y apellidos a cada perfil.
En los últimos días he asistido a un encomiable trabajo de metomentodismo académico de la tercera categoría. El asunto trata de un profesor del que nadie sabe nada, más allá de comunicaciones verbales puntuales de incomparecencia reiterada a sus clases por parte de algunos estudiantes.
¿Nadie? Nada más lejos de la realidad. Desde hace tiempo, instalados en la atalaya de la superioridad algunos saben y callan … hasta que prevén que el asunto puede estallar. Es entonces cuando resulta que ya estaban al tanto de dicha situación y que, tan generosamente como siempre tal y como es su costumbre, se ha ofrecido a buscar la solución que pudiera ser necesaria para que la actividad y profesionalidad de dicho profesor se pudiera mantener al margen de cualquier acontecimiento que pudiera ser lesivo a los intereses generales, es decir, todo como muy altruista y generoso, aunque sibilinamente filtrado a la opinión pública.
Creen que el resto del mundo debe de asumir con naturalidad que los resultados obtenidos de su metomentodismo, sin duda, reportarán pingües beneficios a la colectividad, como consecuencia de su dilatada, coherente y éticamente intachable experiencia gestora, dado el alto grado de influencia que ejerce en instancias académicas superiores. Entendería que se hiciera esto si respondiera a una actitud generosa, transparente y generalizada, el problema viene cuando se hace solo con los de su cuerda y se ataca frontal y furibundamente contra los que no lo son. Vamos que el interés general y el servicio público brilla por su ausencia, sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes, ya que no es la primera vez que asume de manera singular competencias que no le están atribuidas con la misma finalidad.
Solo justificaría la parte general del asunto, en caso que respondiera a un puro divertimento a modo de experimento social siempre y cuando sea generalizado y transparente. Es más, creo que hasta lo aplaudiría. Nos pasamos media vida aprendiendo convenciones sociales que en su mayor parte solo sirven para coartar nuestra naturalidad y, sin duda, para hacernos más tristes y aburridos y muy poco divertidos. Espero que no se entienda como una justificación de acciones personales injustificables.
Viva la diversión.

 

[PBD. Profesor Bulldog]. ¡Ya estamos! criticando lo que él ha hecho tantas veces. O es que se cree que él no es un metomentodo.
[ENR. El Niño Roto]. Bueno PBD tal vez tengas una parte de razón pero no cabe duda que intenta mejorar y no tengo la sensación que sea ni justificación ni ceguera.
[MDD. Maestro Don Depende]. Creo que ambos tenéis razón, pero un poco de autocrítica no estaría de más….
Francisco de Goya. Capricho 51. Se repulen