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[EFP] El funcionario Perplejo

La llorona

El acto de llorar es una respuesta emocional que puede manifestarse en diversos contextos, como una expresión de dolor, tristeza, alegría o necesidad. Cuando una persona llora, puede desencadenar una reacción empática en quienes la rodean. No obstante, es importante destacar que el llanto puede categorizarse en dos tipos distintos: el llanto beneficioso y el llanto manipulador.
El llanto beneficioso, también conocido como llanto positivo, se caracteriza por tener propiedades reparadoras, regeneradoras, terapéuticas, calmantes y desestresantes. Este tipo de llanto cumple una función psicológica y emocional importante, permitiendo a la persona liberar tensiones, aliviar el estrés y restaurar su bienestar emocional.
El llanto manipulador, tiene como objetivo principal fingir dolor o aflicción, generalmente después de haber causado daño o perjuicio a otra persona. Su finalidad es la manipulación de la situación, buscando obtener una ventaja personal a expensas de la empatía y compasión de los demás.
La expresión “lágrimas de cocodrilo” entra dentro de esta categoría y proviene de una antigua creencia que atribuye a los cocodrilos la capacidad de derramar lágrimas mientras devoran a sus presas. Esta creencia se basa en la idea errónea de que los cocodrilos lloran como una señal de pesar o arrepentimiento por sus acciones. A lo largo de la historia, esta metáfora se ha utilizado para referirse a expresiones o demostraciones de emoción que aparentan ser genuinas, pero que en realidad son falsas o simuladas, es decir, se emplea como un concepto que simboliza la manipulación personal.
En este contexto podemos identificar varias categorías de manipulación que definen diversas estrategias utilizadas por los individuos para influir en su entorno y alcanzar sus objetivos a expensas de otros. Seguro que hay más categorías que las que se presentan y que, en muchos casos, se mezclan entre ellas, pero la única intencionalidad de este escrito es relacionar las que mencionamos con la manipulación sistemática a la que hemos asistido en situaciones recientes.
  1. Victimismo manipulativo:
  • Encarnado por individuos que tienen dificultad para hacerse responsables de su vida y ser autónomas.
  • Recurren a tácticas basadas en la afectividad, presentándose como amigos cariñosos y aparentando ser excelentes profesionales.
  • Cuando obtienen poder, buscan a aquellos a quienes pueden explotar, con el objetivo de encontrar a alguien dispuesto a resolver sus problemas y realizar su trabajo.
  • Ante cualquier desviación de lo esperado, evitan cualquier forma de autocrítica y buscan chivos expiatorios externos a los que escarnar sibilinamente para sortear sus responsabilidades. Normalmente concluyen su actuación derramando abundantes lágrimas en un último esfuerzo de manipulación dirigido a cualquier interlocutor predispuesto.
 
  1. Control Manipulativo:
  • Caracterizado por personas altamente posesivas que insisten en que todo debe seguir el camino trazado por ellos mismos.
  • Prefieren rodearse de seguidores inquebrantables que no cuestionen sus decisiones.
  • Emplean con gran eficiencia la mentira reiterada hasta su completa asimilación.
  • Su objetivo es que estos seguidores trabajen incansablemente para su causa, sin importar cuál sea esta, a menudo sacrificando sus propias necesidades en favor de la causa.
  • Cuando las circunstancias no se desarrollan como esperan, suelen buscar culpables generalmente entre sus seguidores, quienes a menudo acaban presentándose a sí mismos como víctimas y, aun así, recurren a derramar abundantes lágrimas para autojustificarse y justificar los actos inaceptables del controlador.
 
  1. Manipulación Racional:
  • Llevada a cabo por individuos que aparentan un alto nivel intelectual y utilizan esta supuesta docta superioridad con contundencia y seguridad.
  • Hacen un uso persuasivo de la lógica verbal y la comunicación no verbal, responda o no a la verdad, para alcanzar sus objetivos, sin importar cuáles sean.
  • Esta forma de manipulación es común en entornos académicos y profesionales.
  • Cuando las circunstancias no se desarrollan según lo esperado, recurren al victimismo derramando abundantes lágrimas para reconducir la situación, irremediablemente, a la esfera personal con el fin de intentar desestabilizar al oponente, como último y único recurso justificativo.
 
Es probable que cualquier lector mínimamente avezado pueda identificar fácilmente a personas en su entorno que se ajustan a una o varias de estas características o incluso que se ven afectadas por ellas. La pregunta que surge es: ¿Cómo abordamos estas situaciones? Esa es la cuestión que nos ocupa.

 

 

[MDD. Maestro DonDepende]. EFP deberías tener un poco más de cuidado y ser políticamente correcto. El título de tu escrito hace referencia al género y se podría pensar que su enunciación contiene una reminiscencia machista. No me negarás que es una posibilidad real. Para paliarlo podrías, al menos, adoptar una actitud artificiosa e impostada e incluir al género masculino, porque también hay hombres que lloran, y así salvarías la situación.  
[EFP. El Funcionario Perplejo]. Totalmente de acuerdo MDD. Sin embargo, creo que el postureo sería poco honesto por mi parte, porque las referencias reales que empleo para el análisis tipológico que abordo son mayoritariamente del género femenino. En todo caso, asumo que con esta aclaración cualquiera pudiera pensar que me autojustifico preventivamente para no parecer un machista o incluso un misógino y, desde luego, respeto dicha posibilidad sin ningún tipo de descargo. Para bien y para mal, asumo que soy hijo cultural de los 80 y en esos años la estructura social iba sobrada de micro y macro machismos, así que no sería extraño que mi subconsciente me traicionara, aunque creo sinceramente que, por lo singular y marcado de los personajes de referencia, no es el caso.
 
[PBD. Profesor BullDog]. A finales de los 80 ya lo decía Bosé “Los chicos no lloran tienen que pelear” ¿Estaría el machismo también implícito en la letra de la canción?  Creo que estamos desviándonos del tema innecesariamente. Al final del escrito de EFP nos indica que ya deberíamos de haber identificado con nombre y apellidos a personas que cumplen con las características manipuladoras que plantea, y os aseguro que las/los mías/míos se reparten entre hombres y mujeres al 50%, así que no creo que se necesite mucha justificación de la cuota. Volvemos otra vez al problema, tantas veces absurdo, del lenguaje sexista.
Por cierto, al final de la canción también se dice “Los chicos no lloran sólo pueden soñar” vaya… me estoy liando…estas/estos artistas, es que son tan raras/raros…
 
[ENR. El Niño Roto]. Aunque está claro que estamos tratando el llanto desde una concepción figurada y, por tanto, no siempre hay lágrimas físicas, hay que tener cuidado con el llanto tóxico. Quienes lo emplean como estrategia no deberían de abusar de él, porque van a perder credibilidad, cada vez que lloren auténticamente y, sin duda, sus propias circunstancias vitales les va a hacer llorar de verdad. Normalmente, es fácil identificar este tipo de llanto. A veces, las personas que lo utilizan no presentan lágrimas en sus ojos, el llanto cesa enseguida, su cara muestra expresiones fingidas, etc. Pero atención, cuando no hay lágrimas, no debe nunca confundirse con lo que se ha denominado “llanto independiente”. Es un llanto sin lágrimas, una forma extrema de darse por vencido. Es importante tenerlo en cuenta en un contexto que algunos se empeñan en denominar “bélico”, por el riesgo de confundir lo auténtico con lo manipulado y perder, aunque sea por un momento, el más mínimo atisbo de humanidad.  Creo que el llanto, en su forma auténtica, es una herramienta legítima y poderosa para comunicar nuestras emociones y necesidades. Es una manifestación genuina de nuestra humanidad y nuestra capacidad de conectar con los demás a nivel emocional. Reconocer y diferenciar entre los tipos de llanto nos permite responder de manera adecuada a las complejas dinámicas emocionales que encontramos en nuestras vidas, fortaleciendo así nuestras relaciones y la comprensión mutua. No estaría de más que cada cual, incluidos nosotros mismos, se lo analizara internamente de manera crítica.
Francisco de Goya. Capricho 50. Los Chinchillas
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[EFP] El funcionario Perplejo

(Des)integridad moral. Segunda Parte.

En mayo de 2023, compartí a través de este blog una reflexión titulada (DES)INTEGRIDAD MORAL. En ese artículo, narré cómo una compañera fue objeto de acoso por parte de un destacado miembro académico, quien planificó y ejecutó sus acciones de manera cuidadosamente premeditada y sibilinamente ejecutada. Además, mencioné cómo otros miembros de su equipo y personas en su entorno le brindaron un apoyo intelectual y físico para llevar a cabo este acto atroz.
Resulta que ENR, con su habitual buen juicio, acertó plenamente en su análisis. Hace unos días, esta misma compañera recibió una solicitud insistente de conversación personal por parte del compañero al que hice referencia. En esta conversación, se confirmó su remordimiento interno, intensificado por el tiempo transcurrido (16 años) y la insoportabilidad de mantener esta situación que, de alguna manera, justificó como forzada.   Para mi compañera, resultó impactante escuchar cómo, en medio del acoso y cuando ella estaba enferma, el individuo siniestro, quien había orquestado todo, y que ahora ya ha fallecido, no tenía reparos ni ética al desear públicamente su muerte…  En una larga conversación llena de detalles tan perturbadores como el anterior, su interlocutor también encontró el momento para pedir perdón por sus acciones y omisiones y lo hizo.
Va a resultar interesante asistir a la reacción de los integrantes del grupo que participó en el acoso tras las revelaciones realizadas por uno de sus componentes y la consecuente ruptura del pacto de silencio que rodeaba este asunto. Aunque soy optimista, no puedo esperar que todos sigan el ejemplo. Cada uno decidirá cómo abordar su propia oscuridad, o no.   Nos siguimos asombrado de haber sido capaces de convivir, o más bien, sobrevivir,  junto a seres tan abyectos.  Son malas personas, sin lugar a dudas.
A pesar de todo, mantengo mi profundo y auténtico sentimiento de compasión, y considero una muy buena noticia que al menos uno de ellos esté intentando cambiar, mejorar y crecer, con la esperanza de que no reincida. Asumir las propias responsabilidades y pedir perdón es el primer paso en esta dirección.
Por cierto, la postura de mi compañera en todo este asunto me parece admirable. Serenidad, compasión y educación, en un contexto tóxico como el que le rodea, son característas de una persona con una elevada integridad moral que debería servirnos como modelo y guía.
 
[PBD. Profesor BullDog]. Lo del muerto no tiene nombre, eso sí, el muerto, muerto está. Solidaridad con la compañera.
 
[MDD. Maestro DonDepende]. Sí, es una buena noticia EFP. Esperemos que no sea un simple postureo y que la actitud se mantenga en el tiempo. Eso ya se verá. 
Lo de la compañera es para analizarlo mucho más pausadamente, vaya mérito.
 
[ENR. El Niño Roto]. Mantengo una parte de los interrogantes que plantee en su momento ¿será capaz de asimilar que todo pasa por asumir de verdad las propias responsabilidades?  Y no me refiero hacia la compañera, que aparentemente parece que así es, me refiero hacia sí mismo, porque esto sería la garantía del mantenimiento en el tiempo que plantea MDD.  
Sin duda, que ha dado un gran paso muy positivo, probablemente el más difícil.  Yo también desearía que sirviera como referente para el resto de actores, de manera que pudieran entender que ese es el único camino posible para su redención, sanación interior e higiene tóxica. Para los que son de cultura cristiana, que alguno habrá, el sacramento de la confesión les habrá podido servir para una ficticia esperanza de no haber perdido el cielo eterno. También, tal vez les acomode ilusoriamente en su transcurrir en el mundo material, pero lo del propósito de enmienda, el de verdad, el que realmente redime, los vuelve a traer irremediablemente al mismo punto de partida que estamos exponiendo. 
Coincido plenamente con lo de la compañera. Menudo ejemplo.
Francisco de Goya. Capricho 64. Buen Viage
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[ENR] El Niño Roto

Sabiduría compartida (Oráculo)

Sabemos que es difícil encontrar gente sabia.   Sabemos que son escasas y difíciles de reconocer las personas que tienen profundos conocimientos en una materia, ciencia o arte.  También sabemos que el grado más alto del conocimiento se adquiere mediante la adquisición del atributo más preciado del sabio, la sabiduría.
Intuimos que se debe de tratar de un elixir raro y valioso, que seguramente se deberá cultivar con paciencia y dedicación.  Intuimos que seguramente no debe ser un regalo casual de la vida, sino más bien una recompensa reservada para quienes están dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo en su búsqueda.  También intuimos que para aspiran a alcanzar la cúspide del conocimiento no debe de bastar con acumular información y probablemente se deberá abrazar la sabiduría como forma de vida comprometida y leal.
Intuimos que la sabiduría no se encuentra en los libros solamente, y que seguramente también depende de la capacidad de reflexionar profundamente sobre lo aprendido.  Intuimos, consecuentemente, que debe requerir un compromiso inquebrantable con el autoaprendizaje y la autotransformación.  También intuimos que solo aquellos que están dispuestos a cuestionar sus creencias, a escuchar atentamente a otros y a admitir sus propias limitaciones deberían de poder comenzar a vislumbrar la belleza escondida en la sabiduría.
Deducimos, por la escasez acrecentada de la que somos testigos, que resulta un desafío formidable intentar vislumbrar la categoría máxima, es decir, las almas sabias.  Deducimos que se trata de seres excepcionales, dotados de profundos conocimientos en diversas disciplinas, y que parecen ocultarse en las sombras de la cotidianidad.  Deducimos que identificarlos es un arte en sí mismo, una proeza reservada para aquellos con ojos agudos y corazones abiertos.
Conocemos, para suerte de algunos, que el oráculo es el lugar en el que habitan las almas sabias.  Conocemos, porque lo frecuentamos los que pretendemos, que el oráculo con su sabiduría ilumina nuestro camino con conocimiento, discernimiento, prudencia y con la madurez de sus decisiones, de manera que nos guía hacia una comprensión más profunda de nosotros mismos y del mar en el que navegamos, como argonautas a la conquista del vellocino de oro, sedientos de luz en la vastedad del conocimiento.
Felicidades a quien reside en el oráculo.
 
[PBD. Profesor BullDog] Cuanto más se podría avanzar. Felicidades 
[MDD. Maestro Don Depende] Cuánto más se podría aprender. Felicidades. 
[EFP. El Funcionario Perplejo] El oráculo resulta aún más sorprendente y excepcional, si cabe, en el contexto de lo público. Felicidades.
 
Francisco de Goya. Capricho 43. El sueño de la razón produce monstruos