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[EFP] El funcionario Perplejo

La curiosa historia del retrato del Abad

La reciente presentación del retrato del anterior Abad está impregnada de historias conmovedoras que nos brindan la oportunidad de examinar una vez más algunos aspectos de la condición humana manifestados en su plenitud.
Para comprender el profundo significado de un acto tan relevante, es crucial primero indagar sobre las razones que impulsan a retratarse al concluir el ejercicio de un cargo público, colectivo o académico.
Existen fundamentalmente dos motivos:
  1. Por convención social, es decir, porque así lo dicta una norma de educación establecida.
  2. Por méritos probados, es decir, debido a que la labor desempeñada durante el cargo ha generado evidentes beneficios para la comunidad.
En ambos casos, parece adecuado que la comunidad a la que ha servido sea quien fomente este reconocimiento. Porque, en efecto, un retrato constituye un homenaje a la posteridad y permite preservar la memoria del personaje retratado a lo largo del tiempo.
En todo caso, la entidad del retrato debe ser proporcional a los recursos disponibles en la comunidad que lo encarga. Esto significa que la expresión artística deberá ser la más alta posible dentro de las limitaciones económicas, para evitar que un gesto de reconocimiento para el futuro comprometa la capacidad de gestión de las generaciones presentes y futuras, o incluso, en un caso extremo, ponga en riesgo la estabilidad de la institución misma.
La problemática surge cuando la convención social ha sido impuesta por el propio individuo o individuos retratados. Esta situación se agrava aún más cuando los méritos en beneficio de la institución son nulos o incluso han sido perjudiciales para la misma, lo que en ambos casos implica que han impulsado un inmerecido reconocimiento hacia ellos mismos.
El primer Abad de nuestra congregación fue el impulsor de su propio retrato, buscando con ello perpetuar su gloria. Las acciones más destacadas de su gestión incluyen la apropiación indebida de una idea original para la fundación de estudios superiores y el hostigamiento documentado hacia aquellos miembros que se resistían a subordinarse adecuadamente. Previamente, en este medio, publiqué una reflexión bajo el título (DES)INTEGRIDAD MORAL, que se extendió a una segunda entrega. En esos artículos, expuse el caso de acoso sufrido por una correligionaria a manos de un prominente miembro de la comunidad académica, así como el apoyo, tanto intelectual como físico, que recibió por parte de otros miembros de su equipo de acólitos y su entorno para perpetrar dicho acoso. Resulta esencial destacar que todos los individuos representados hasta la fecha en la galería de abades están vinculados a este grupo y que ninguno de ellos presenta méritos que superen a los ya mencionados. Sin embargo, es justo reconocer el diligente esfuerzo que han dedicado a mantener su estatus y la considerable energía que han empleado para asegurar el acceso de sus cómplices a puestos laborales y recursos económicos públicos, explotando de forma flagrante las posiciones institucionales que ocupaban.
 
Es sorprendente observar el poder que puede ejercer la vanidad y la avaricia en estos casos.
 
[MDD. Maestro DonDepende]. En mi congregación se observan fenómenos análogos, aunque con sutiles divergencias. En el presente, es la abadesa en funciones quien encabeza la iniciativa de revitalizar la galería de abades y abadesas, actividad que, en un contexto de inacción total por parte del equipo directivo, parece ser su única contribución efectiva al liderazgo. En este proceso, con el obligatorio beneplácito de la superioridad, se están asignando desproporcionadas cantidades de recursos económicos que, dada la coyuntura económica actual, serían esenciales para el cumplimiento de los objetivos institucionales relacionados con la formación y las actividades derivadas de esta.
La motivación subyacente a esta iniciativa parece centrarse exclusivamente en prevenir la eventualidad, o más bien la certeza, de que su propio retrato futuro pueda quedar comprometido por la falta de una normativa establecida y, de manera más evidente, por la ausencia de méritos que justifiquen tal reconocimiento. Es importante destacar que, previamente a su designación, la abadesa se comprometió a evitar gastos superfluos y, en su programa electoral, hizo una promesa explícita de destinar los recursos pertinentes para mejorar la calidad.
Resulta asombrosamente fácil para ciertas personas comprometerse públicamente con propuestas que claramente no tienen intención de honrar, realizando cuanto esté a su alcance para satisfacer ambiciones personales, independientemente del coste. Esto implica el incumplimiento de compromisos adquiridos públicamente, la omisión del diálogo, una flagrante falta de respeto hacia la comunidad que depositó su confianza en el cargo y una total abdicación de responsabilidad.
 
[ENR. El Niño Roto] Entiendo lo que decís y creo que puede haber otros factores influyendo en el comportamiento de estas personas que no se están considerando. Me refiero a una posible desconexión de la realidad que puede ser significativa. Por lo que describís, podríamos estar ante comportamientos sociopáticos, que no se pueden analizar únicamente desde la perspectiva que planteáis. Si una persona es incapaz de empatizar con los demás y solo busca satisfacer sus propias ambiciones, el contexto y las consecuencias de sus actos pueden parecerle irrelevantes. Además, suelen ser personas perfectamente integradas en el entorno profesional y que muestran elevadas habilidades sociales. Si este es el caso, estamos ante una situación muy peligrosa, ya que estas personas no perciben la realidad de manera objetiva, sino que la interpretan a través de sus propias necesidades emocionales, mostrando una total falta de empatía. Esto no justifica ni exime de responsabilidad sus acciones, pero sugiere que cualquier cosa que suceda a su alrededor es potencialmente tóxica. Dicho esto, si realmente es así, la única solución debería ser alejarse tanto como sea posible. Sin duda, es algo muy preocupante.
 
[PBD. Profesor BullDog]. ¿Y vosotros me criticáis por ser demasiado directo y por tener falta de tacto? ¡Qué visión más aterradora presentáis! No solo hablamos de un problema estructural, sino que además está incrustado en un ámbito social muy poderoso. ¿Cómo “demonios” se supone que uno sobrevive en un ambiente así? Espero que nunca lean nada de esto y no me sorprendería en absoluto si algún día alguien os denuncia o intenta atacaros “sin piedad” para destruiros, porque claramente representáis todo lo que ellos no son ni podrán ser nunca
Francisco de Goya. Capricho 41. Ni más ni menos
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[EFP] El funcionario Perplejo

Felicitación ¿de Navidad?

Hace un año, extendía mis felicitaciones navideñas a las compañeras y compañeros de mi trabajo, acompañadas de mis mejores deseos para el año 2023. Hoy, me complace sobremanera repetir este gesto, no solo para con los demás, sino también para conmigo mismo, ya que aquellos aspectos que entonces veladamente criticaba han experimentado una mejora sustancial.
Este último año transcurrió sin incidentes notables, sin sorpresas desagradables, sin golpes inesperados, sin tumultuosas retiradas y, para mi grata sorpresa, sin notorias ausencias.
Es particularmente destacable que la dirección del centro presente informes de manera puntual y diligente, proporcionando además una visión constante del extenso trabajo llevado a cabo en las diversas comisiones de trabajo. También, resulta significativo el hecho de que se comparta con todas y todos nosotros los éxitos tanto a nivel nacional como internacional, logrados gracias al destacado desempeño del equipo. Igualmente, cabe resaltar los niveles de influencia que el Centro está indudablemente alcanzando en las estructuras institucionales superiores.
Es reconfortante observar que el Centro ya no está en boca de todos, es el Departamento el que ahora ha tomado el relevo en esas indeseables iniciativas. Esto se debe, sin duda, al compromiso y eficiencia de nuestros lideres al contrarrestar los relatos interesados, las medias verdades y las falsedades palmarias difundidas por indignos compañeros. A la par, nos debemos felicitar por la eficiencia del Centro a la hora de desmontar la estructura departamental como consecuencia de la evidente ineficacia de dicho servicio. En este contexto, hemos sido testigos de declaraciones institucionales que, aunque podrían parecer confrontativas y sectarias, son imparciales y sumamente relevantes por su acertado contenido y por el sutil análisis de las situaciones contextuales. Estas declaraciones ponen de manifiesto un claro intento de manipulación ejercida por los actuales líderes departamentales sobre los distintos grupos de influencia. La notable ausencia de consultas y la falta de transparencia en los últimos meses de este organismo son pruebas irrefutables de esta situación.
A pesar de estas pequeñas disfunciones, la actividad el Personal de Administración y Servicios (PAS), ahora conocido con el nombre de PTGAS (lo cual subraya cómo todo cambia y evoluciona positivamente), no se ha visto alterado y se mantiene intacto un excelente ambiente de trabajo.
También hemos sido testigos de un notable aumento en la excelencia docente de las diversas y variadas titulaciones ofrecidas por el Centro. Este avance, sin lugar a duda, se atribuye a la constante contribución de algún grupo de innovación docente y a la mejora continua de la formación impartida a los estudiantes fruto del comprometido incremento de la categoría y de la calidad docente liderada por el Centro. Esta inversión está colocando a nuestros estudiantes en la vanguardia de la escena artística internacional emergente. En este sentido, es relevante destacar el creciente número de estudiantes que eligen el Centro como destino preferente y también aquellos que, según nos informaron, optan por prolongar su tiempo de estudios para aprovechar la calidad y disponibilidad de las instalaciones y de los laboratorios de última generación.
Con estos avances, como ha quedado patente en la reciente e imponente celebración del 20 aniversario del Centro, la supervivencia de este está asegurada y el proceso de relevo generacional está en marcha, contradiciendo las sombrías predicciones de algunos pesimistas sobre la falta de continuidad y la negativa evolución del Centro. Esta afirmación se respalda con la evidencia palpable de la mejora sistemática en los rankings de prestigio a nivel internacional.
En este contexto, la única posición éticamente defendible sería que aquellos manipuladores, incompetentes y otros individuos no deseados se aparten, facilitando que los actuales líderes del Centro, demostradamente competentes en la gestión, continúen con su labor.

 

[ENR. El Niño Roto] ¡Qué alegría recibir noticias tan positivas, EFP! Después de un año marcado por guerras, conflictos, confrontaciones y divisiones, saber que en tu Centro han tenido lugar eventos tan hermosos y constructivos es como un rayo de esperanza para todos nosotros. ¡Gracias por compartir estas buenas nuevas!  
[MDD. Maestro DonDepende]. Estoy de acuerdo contigo ENR. Además, en el contexto académico contemporáneo, es imperativo reconocer que los estudiantes constituyen el pilar fundamental de nuestra proyección futura. La disponibilidad de referentes académicos de alta calidad no solo refuerza nuestra confianza en la capacidad y el potencial de los jóvenes, sino que también establece las bases para cultivar una visión optimista y progresiva del mañana. Es pertinente subrayar que eventos de esta naturaleza no solo enaltecen el entorno educativo, elevando su calidad y rigor, sino que también desempeñan un papel crucial en la edificación de una sociedad más cohesionada, esperanzadora y unificada.
[PBD. Profesor BullDog]. A ver ENR y MDD creo que me he perdido, no sé si es que nuevamente no lo habéis pillado o que vosotros también estáis extremadamente irónicos….
Francisco de Goya. Capricho 52. Lo que puede un Sastre
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[EFP] El funcionario Perplejo

La llorona

El acto de llorar es una respuesta emocional que puede manifestarse en diversos contextos, como una expresión de dolor, tristeza, alegría o necesidad. Cuando una persona llora, puede desencadenar una reacción empática en quienes la rodean. No obstante, es importante destacar que el llanto puede categorizarse en dos tipos distintos: el llanto beneficioso y el llanto manipulador.
El llanto beneficioso, también conocido como llanto positivo, se caracteriza por tener propiedades reparadoras, regeneradoras, terapéuticas, calmantes y desestresantes. Este tipo de llanto cumple una función psicológica y emocional importante, permitiendo a la persona liberar tensiones, aliviar el estrés y restaurar su bienestar emocional.
El llanto manipulador, tiene como objetivo principal fingir dolor o aflicción, generalmente después de haber causado daño o perjuicio a otra persona. Su finalidad es la manipulación de la situación, buscando obtener una ventaja personal a expensas de la empatía y compasión de los demás.
La expresión “lágrimas de cocodrilo” entra dentro de esta categoría y proviene de una antigua creencia que atribuye a los cocodrilos la capacidad de derramar lágrimas mientras devoran a sus presas. Esta creencia se basa en la idea errónea de que los cocodrilos lloran como una señal de pesar o arrepentimiento por sus acciones. A lo largo de la historia, esta metáfora se ha utilizado para referirse a expresiones o demostraciones de emoción que aparentan ser genuinas, pero que en realidad son falsas o simuladas, es decir, se emplea como un concepto que simboliza la manipulación personal.
En este contexto podemos identificar varias categorías de manipulación que definen diversas estrategias utilizadas por los individuos para influir en su entorno y alcanzar sus objetivos a expensas de otros. Seguro que hay más categorías que las que se presentan y que, en muchos casos, se mezclan entre ellas, pero la única intencionalidad de este escrito es relacionar las que mencionamos con la manipulación sistemática a la que hemos asistido en situaciones recientes.
  1. Victimismo manipulativo:
  • Encarnado por individuos que tienen dificultad para hacerse responsables de su vida y ser autónomas.
  • Recurren a tácticas basadas en la afectividad, presentándose como amigos cariñosos y aparentando ser excelentes profesionales.
  • Cuando obtienen poder, buscan a aquellos a quienes pueden explotar, con el objetivo de encontrar a alguien dispuesto a resolver sus problemas y realizar su trabajo.
  • Ante cualquier desviación de lo esperado, evitan cualquier forma de autocrítica y buscan chivos expiatorios externos a los que escarnar sibilinamente para sortear sus responsabilidades. Normalmente concluyen su actuación derramando abundantes lágrimas en un último esfuerzo de manipulación dirigido a cualquier interlocutor predispuesto.
 
  1. Control Manipulativo:
  • Caracterizado por personas altamente posesivas que insisten en que todo debe seguir el camino trazado por ellos mismos.
  • Prefieren rodearse de seguidores inquebrantables que no cuestionen sus decisiones.
  • Emplean con gran eficiencia la mentira reiterada hasta su completa asimilación.
  • Su objetivo es que estos seguidores trabajen incansablemente para su causa, sin importar cuál sea esta, a menudo sacrificando sus propias necesidades en favor de la causa.
  • Cuando las circunstancias no se desarrollan como esperan, suelen buscar culpables generalmente entre sus seguidores, quienes a menudo acaban presentándose a sí mismos como víctimas y, aun así, recurren a derramar abundantes lágrimas para autojustificarse y justificar los actos inaceptables del controlador.
 
  1. Manipulación Racional:
  • Llevada a cabo por individuos que aparentan un alto nivel intelectual y utilizan esta supuesta docta superioridad con contundencia y seguridad.
  • Hacen un uso persuasivo de la lógica verbal y la comunicación no verbal, responda o no a la verdad, para alcanzar sus objetivos, sin importar cuáles sean.
  • Esta forma de manipulación es común en entornos académicos y profesionales.
  • Cuando las circunstancias no se desarrollan según lo esperado, recurren al victimismo derramando abundantes lágrimas para reconducir la situación, irremediablemente, a la esfera personal con el fin de intentar desestabilizar al oponente, como último y único recurso justificativo.
 
Es probable que cualquier lector mínimamente avezado pueda identificar fácilmente a personas en su entorno que se ajustan a una o varias de estas características o incluso que se ven afectadas por ellas. La pregunta que surge es: ¿Cómo abordamos estas situaciones? Esa es la cuestión que nos ocupa.

 

 

[MDD. Maestro DonDepende]. EFP deberías tener un poco más de cuidado y ser políticamente correcto. El título de tu escrito hace referencia al género y se podría pensar que su enunciación contiene una reminiscencia machista. No me negarás que es una posibilidad real. Para paliarlo podrías, al menos, adoptar una actitud artificiosa e impostada e incluir al género masculino, porque también hay hombres que lloran, y así salvarías la situación.  
[EFP. El Funcionario Perplejo]. Totalmente de acuerdo MDD. Sin embargo, creo que el postureo sería poco honesto por mi parte, porque las referencias reales que empleo para el análisis tipológico que abordo son mayoritariamente del género femenino. En todo caso, asumo que con esta aclaración cualquiera pudiera pensar que me autojustifico preventivamente para no parecer un machista o incluso un misógino y, desde luego, respeto dicha posibilidad sin ningún tipo de descargo. Para bien y para mal, asumo que soy hijo cultural de los 80 y en esos años la estructura social iba sobrada de micro y macro machismos, así que no sería extraño que mi subconsciente me traicionara, aunque creo sinceramente que, por lo singular y marcado de los personajes de referencia, no es el caso.
 
[PBD. Profesor BullDog]. A finales de los 80 ya lo decía Bosé “Los chicos no lloran tienen que pelear” ¿Estaría el machismo también implícito en la letra de la canción?  Creo que estamos desviándonos del tema innecesariamente. Al final del escrito de EFP nos indica que ya deberíamos de haber identificado con nombre y apellidos a personas que cumplen con las características manipuladoras que plantea, y os aseguro que las/los mías/míos se reparten entre hombres y mujeres al 50%, así que no creo que se necesite mucha justificación de la cuota. Volvemos otra vez al problema, tantas veces absurdo, del lenguaje sexista.
Por cierto, al final de la canción también se dice “Los chicos no lloran sólo pueden soñar” vaya… me estoy liando…estas/estos artistas, es que son tan raras/raros…
 
[ENR. El Niño Roto]. Aunque está claro que estamos tratando el llanto desde una concepción figurada y, por tanto, no siempre hay lágrimas físicas, hay que tener cuidado con el llanto tóxico. Quienes lo emplean como estrategia no deberían de abusar de él, porque van a perder credibilidad, cada vez que lloren auténticamente y, sin duda, sus propias circunstancias vitales les va a hacer llorar de verdad. Normalmente, es fácil identificar este tipo de llanto. A veces, las personas que lo utilizan no presentan lágrimas en sus ojos, el llanto cesa enseguida, su cara muestra expresiones fingidas, etc. Pero atención, cuando no hay lágrimas, no debe nunca confundirse con lo que se ha denominado “llanto independiente”. Es un llanto sin lágrimas, una forma extrema de darse por vencido. Es importante tenerlo en cuenta en un contexto que algunos se empeñan en denominar “bélico”, por el riesgo de confundir lo auténtico con lo manipulado y perder, aunque sea por un momento, el más mínimo atisbo de humanidad.  Creo que el llanto, en su forma auténtica, es una herramienta legítima y poderosa para comunicar nuestras emociones y necesidades. Es una manifestación genuina de nuestra humanidad y nuestra capacidad de conectar con los demás a nivel emocional. Reconocer y diferenciar entre los tipos de llanto nos permite responder de manera adecuada a las complejas dinámicas emocionales que encontramos en nuestras vidas, fortaleciendo así nuestras relaciones y la comprensión mutua. No estaría de más que cada cual, incluidos nosotros mismos, se lo analizara internamente de manera crítica.
Francisco de Goya. Capricho 50. Los Chinchillas
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[EFP] El funcionario Perplejo

(Des)integridad moral. Segunda Parte.

En mayo de 2023, compartí a través de este blog una reflexión titulada (DES)INTEGRIDAD MORAL. En ese artículo, narré cómo una compañera fue objeto de acoso por parte de un destacado miembro académico, quien planificó y ejecutó sus acciones de manera cuidadosamente premeditada y sibilinamente ejecutada. Además, mencioné cómo otros miembros de su equipo y personas en su entorno le brindaron un apoyo intelectual y físico para llevar a cabo este acto atroz.
Resulta que ENR, con su habitual buen juicio, acertó plenamente en su análisis. Hace unos días, esta misma compañera recibió una solicitud insistente de conversación personal por parte del compañero al que hice referencia. En esta conversación, se confirmó su remordimiento interno, intensificado por el tiempo transcurrido (16 años) y la insoportabilidad de mantener esta situación que, de alguna manera, justificó como forzada.   Para mi compañera, resultó impactante escuchar cómo, en medio del acoso y cuando ella estaba enferma, el individuo siniestro, quien había orquestado todo, y que ahora ya ha fallecido, no tenía reparos ni ética al desear públicamente su muerte…  En una larga conversación llena de detalles tan perturbadores como el anterior, su interlocutor también encontró el momento para pedir perdón por sus acciones y omisiones y lo hizo.
Va a resultar interesante asistir a la reacción de los integrantes del grupo que participó en el acoso tras las revelaciones realizadas por uno de sus componentes y la consecuente ruptura del pacto de silencio que rodeaba este asunto. Aunque soy optimista, no puedo esperar que todos sigan el ejemplo. Cada uno decidirá cómo abordar su propia oscuridad, o no.   Nos siguimos asombrado de haber sido capaces de convivir, o más bien, sobrevivir,  junto a seres tan abyectos.  Son malas personas, sin lugar a dudas.
A pesar de todo, mantengo mi profundo y auténtico sentimiento de compasión, y considero una muy buena noticia que al menos uno de ellos esté intentando cambiar, mejorar y crecer, con la esperanza de que no reincida. Asumir las propias responsabilidades y pedir perdón es el primer paso en esta dirección.
Por cierto, la postura de mi compañera en todo este asunto me parece admirable. Serenidad, compasión y educación, en un contexto tóxico como el que le rodea, son característas de una persona con una elevada integridad moral que debería servirnos como modelo y guía.
 
[PBD. Profesor BullDog]. Lo del muerto no tiene nombre, eso sí, el muerto, muerto está. Solidaridad con la compañera.
 
[MDD. Maestro DonDepende]. Sí, es una buena noticia EFP. Esperemos que no sea un simple postureo y que la actitud se mantenga en el tiempo. Eso ya se verá. 
Lo de la compañera es para analizarlo mucho más pausadamente, vaya mérito.
 
[ENR. El Niño Roto]. Mantengo una parte de los interrogantes que plantee en su momento ¿será capaz de asimilar que todo pasa por asumir de verdad las propias responsabilidades?  Y no me refiero hacia la compañera, que aparentemente parece que así es, me refiero hacia sí mismo, porque esto sería la garantía del mantenimiento en el tiempo que plantea MDD.  
Sin duda, que ha dado un gran paso muy positivo, probablemente el más difícil.  Yo también desearía que sirviera como referente para el resto de actores, de manera que pudieran entender que ese es el único camino posible para su redención, sanación interior e higiene tóxica. Para los que son de cultura cristiana, que alguno habrá, el sacramento de la confesión les habrá podido servir para una ficticia esperanza de no haber perdido el cielo eterno. También, tal vez les acomode ilusoriamente en su transcurrir en el mundo material, pero lo del propósito de enmienda, el de verdad, el que realmente redime, los vuelve a traer irremediablemente al mismo punto de partida que estamos exponiendo. 
Coincido plenamente con lo de la compañera. Menudo ejemplo.
Francisco de Goya. Capricho 64. Buen Viage
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[EFP] El funcionario Perplejo

(Des)integridad moral

En los últimos meses en mi entorno laboral hemos asistido a conflictos bastante desagradables que han llegado a los tribunales académicos y civiles y que han tenido como primera consecuencia la dimisión de cargos.
En medio de ese contexto, hace unas semanas un profesor me confesó lo mal que lo había pasado durante mucho tiempo pensando en el acoso laboral que se había ejercido sobre una persona de su centro de trabajo. Me comentó como esa compañera había caído enferma producto de una acción cuidadosamente premeditada y sibilinamente ejecutada por parte personas que ostentaban un cargo académico. También me explicó la preocupación que le había supuesto el asistir a todo ese proceso. Toda la conversación transcurrió con un tono a mitad de camino entre el victimismo personal y la equidistancia moral.  
Sin embargo, se le olvidó mencionar que él mismo formaba parte del equipo del cargo académico al que acusaba. También omitió decir que, una vez que él obtuvo un cargo de responsabilidad, sin mostrar por entonces ningún tipo de remordimiento, le prometió a esa compañera, envuelta nuevamente en otro caso de acoso (uno más), que él mismo llevaría el presunto abuso y la correspondiente defensa ante las autoridades académicas, civiles o penales… Pero evidentemente, cuando se confirmó, no lo hizo.
Probablemente lo que me resultó más asombroso, sabiendo que yo era conocedor de la situación, fue escucharlo hablar del tema en tercera persona, intentando ponerse en una postura alejada, como si él no tuviera nada que ver, derivando toda la responsabilidad hacia otra persona, tal y como se hace en cualquier guion cinematográfico clásico, culpabilizando al muerto.
Extrañamente, lo único que despertó en mi fue un sentimiento profundo y auténtico de compasión, porque resultaba patético asistir a un intento inconsciente y agónico de blanqueamiento moral a través de una lucha interna en la que solamente era capaz de hablar su atormentada conciencia.

[PBD. Profesor BullDog]. A ver EFP. ¿Por qué te lo cuenta a ti…para que tú lo absuelvas? No sabía que tuvieras esa capacidad o ese don. Seguramente este lo que quiere es que tu intercedas.
[MDD. Maestro DonDepende]. Por lo que cuentas, da la sensación que este está pasando por lo mismo que él hizo en su momento. Estas cosas de los cargos de conciencia solo ocurren cuando finalmente las vives en primera persona y sufres lo que has hecho sufrir. Ósea, que seguramente ha encontrado la horma de su zapato y se ha materializado su vileza, aunque sea inconscientemente. O realmente tiene amnesia.
[ENR. El Niño Roto]. Desde mi punto de vista la pregunta es obvia ¿será capaz de asimilar que todo pasa por asumir de verdad las propias responsabilidades y pedirle perdón de manera sincera a la acosada? ¿será capaz de enfrentarse a todo lo que esa asunción de culpa pudiera provocar? Porque lo que está claro es que mientras no lo haga, su enfermedad se seguirá apoderando de él. La verdad [EFP], entiendo tu compasión.
Francisco de Goya. Capricho 19. Todos caerán
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[EFP] El funcionario Perplejo

De catedráticas y catedráticos de boquilla

Resulta curioso cómo solemos dar acuse recibo gratuito a correos y comunicaciones que contienen muy poco interés, pero que, sin embargo, resultan relevantes debido a la información que se encuentra en la parte final, en la zona de la firma y la declaración de privacidad (esto último no es el contenido de esta reflexión, pero también sería tema de análisis). Me llama la atención cuando la firma, de manera ostentosa, resalta el cargo o categoría profesional, y no digamos cuando se van agregando cargos, proyectos, grupos y entidades de manera más o menos pomposa.
Nunca lo he entendido muy bien, pero tengo la sensación que este comportamiento puede obedecer a un sentimiento de vanidad o una necesidad de reafirmación de la propia valía o pertenencia a un grupo determinado. En cualquier caso, casi siempre me ha parecido indicativo de cuestiones que van mucho más allá de lo meramente informativo, algo así como si la firma/cargo incluyera en sí misma un plus de autoridad intelectual o dominio competencial, que se le presume a una clase social supuestamente superior o elitista. En definitiva, se trata de un gesto nimio que solo tiene la intención de maquillar la incapacidad de asumir un sentimiento personal de miedo a no ser capaz a no ser bueno, a no ser suficiente o a no ser reconocido, ósea, nada ajeno a la propia condición humana.
Lo más interesante ocurre cuando todo esto, que carece de importancia, se revela en contra de uno mismo, produciendo paradojas surrealistas. No es la primera vez que se vea escrito que fulanito o menganita son catedráticos de algo, cuando en realidad no lo son. La mayor parte de las veces, esto se debe a una imprecisión periodística o a un desconocimiento formal del responsable de redactar el texto. Sin embargo, siempre queda la duda de si, en el desarrollo coloquial de una conversación, la persistencia del subconsciente traiciona.
 
[MDD. Maestro Don Depende]. Totalmente de acuerdo EFP, de alguna manera es la venganza que les regala la tozuda realidad, harta y cansada de aguantar la propia inconsistencia, para ponerlos nuevamente en el lugar que nos corresponde.
[PBD. Profesor BullDog]. Pero que finos sois diciéndolo todo. De que estamos hablando…. supremacismo, elitismo, soberbia… quizá la vanidad lo contenga todo, pero desconozco porque esta palabra tiene mejor prensa que todo el resto, así que prefiero llamarlo con su nombre, por muy duro que suene.
[ENR. El niño roto]. Tal vez deberíamos verlo con una mayor perspectiva. Para mí, la clave está en que, siendo seguramente cierto casi todo lo que se está planteando, forma parte de la condición (debilidad) humana y, por tanto, comprensible y hasta justificable. ¿O, es qué alguno de vosotros está libre de culpa…? ¿Qué me vais a decir ahora, que nunca lo habéis hecho, que ni se os ha pasado por la imaginación…?
[PBD]. ENR como siempre de bajona…
[MDD]. Tal vez me lo haya planteado, pero también las consecuencias.
Francisco de Goya. Capricho 6. Nadie se conoce
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[EFP] El funcionario Perplejo

Metomentodo

Me resulta muy llamativa la capacidad de algunas personas para meterse en todos los asuntos que encuentran a su paso independientemente que les afecte o no. Es como si no lo pudieran evitar, como esos chiquillos que tienen que ir pisando todos los charcos que se encuentran a su paso sin importarles ni si mojan o se mojan ni las consecuencias posteriores con su padres o responsables. Se trata, sin duda, de una conducta que es superior a sus fuerzas y a su voluntad y que es plenamente disculpable, incluso defendible, cuando se trata de un infante, pero más difícilmente comprensible cuando se refiere a personas que se enmarcan en edades supuestamente adultas.
Me refiero expresamente a los metomentodos profesionales y me voy a circunscribir exclusivamente al ámbito social y lo que generan en su entorno, sin entrar a valorar aspectos de tipo personal que requerirían de tratamiento especializado ajeno totalmente a mis conocimientos. Es decir, me circunscribiré exclusivamente a lo observado de manera personal y, por tanto, carente de todo rigor científico.
Dentro de esta tipología social hay que distinguir tres categorías bien diferenciadas.
  • La primera es el metomentodo patológico, es decir, aquel que no lo puede evitar meterse en todos los asuntos por los que transcurre aunque no tenga una intencionalidad clara, ni buena ni mala, aun siendo plenamente consciente de los perjuicios que esta actitud le genera. Es el típico bocachancla al que luego hay que soportar lamentándose de su mala fortuna en las cosas de la vida y que inevitablemente corre hacia el desastre sistemático de él y de los suyos, transitando por procesos de victimización y lloriqueo.
  • La segunda categoría hace referencia al metomentodo interesado, es decir aquel que se mete en todos los asuntos con la intencionalidad de conseguir beneficios propios. Es la típica persona trepa con actitudes sibilinas, con un vago fundamento ético y dudosa integridad que presenta aparentes habilidades sociales con sesgos de yoismo, falsa prepotencia y ligeros rasgos de superioridad moral.
  • La tercera categoría hace referencia al metomentodo perverso, es decir aquel que se mete en todo con la intencionalidad de conseguir beneficios propios o perjuicios para los que supone oponentes. Se trata de elementos con actitudes sibilinas, carentes de toda ética y moralidad, con unas sorprendentes habilidades sociales, que presentan sesgos permanentes de yoismo, propotencia, supremacismo, maternalismo, victimismo y actitudes evidentes que demuestran superioridad moral.
No considero que sean categóricamente estancos, porque las personas son o aparentan ser fluctuantes, pero supongo que cualquiera, ya habrá sido capaz de ponerle nombre y apellidos a cada perfil.
En los últimos días he asistido a un encomiable trabajo de metomentodismo académico de la tercera categoría. El asunto trata de un profesor del que nadie sabe nada, más allá de comunicaciones verbales puntuales de incomparecencia reiterada a sus clases por parte de algunos estudiantes.
¿Nadie? Nada más lejos de la realidad. Desde hace tiempo, instalados en la atalaya de la superioridad algunos saben y callan … hasta que prevén que el asunto puede estallar. Es entonces cuando resulta que ya estaban al tanto de dicha situación y que, tan generosamente como siempre tal y como es su costumbre, se ha ofrecido a buscar la solución que pudiera ser necesaria para que la actividad y profesionalidad de dicho profesor se pudiera mantener al margen de cualquier acontecimiento que pudiera ser lesivo a los intereses generales, es decir, todo como muy altruista y generoso, aunque sibilinamente filtrado a la opinión pública.
Creen que el resto del mundo debe de asumir con naturalidad que los resultados obtenidos de su metomentodismo, sin duda, reportarán pingües beneficios a la colectividad, como consecuencia de su dilatada, coherente y éticamente intachable experiencia gestora, dado el alto grado de influencia que ejerce en instancias académicas superiores. Entendería que se hiciera esto si respondiera a una actitud generosa, transparente y generalizada, el problema viene cuando se hace solo con los de su cuerda y se ataca frontal y furibundamente contra los que no lo son. Vamos que el interés general y el servicio público brilla por su ausencia, sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes, ya que no es la primera vez que asume de manera singular competencias que no le están atribuidas con la misma finalidad.
Solo justificaría la parte general del asunto, en caso que respondiera a un puro divertimento a modo de experimento social siempre y cuando sea generalizado y transparente. Es más, creo que hasta lo aplaudiría. Nos pasamos media vida aprendiendo convenciones sociales que en su mayor parte solo sirven para coartar nuestra naturalidad y, sin duda, para hacernos más tristes y aburridos y muy poco divertidos. Espero que no se entienda como una justificación de acciones personales injustificables.
Viva la diversión.

 

[PBD. Profesor Bulldog]. ¡Ya estamos! criticando lo que él ha hecho tantas veces. O es que se cree que él no es un metomentodo.
[ENR. El Niño Roto]. Bueno PBD tal vez tengas una parte de razón pero no cabe duda que intenta mejorar y no tengo la sensación que sea ni justificación ni ceguera.
[MDD. Maestro Don Depende]. Creo que ambos tenéis razón, pero un poco de autocrítica no estaría de más….
Francisco de Goya. Capricho 51. Se repulen
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[EFP] El funcionario Perplejo

Conferencia de Abades y Abadesas

A la atención de la Sra. Abadesa.
En primer lugar, quisiera felicitar públicamente por el éxito que se nos transmite en la organización de la Conferencia de Abades y Abadesas, entiendo que en su momento se dará información de los trabajos desarrollados y de los distintos temas de gran interés para los estudios monacales que se indica que se han tratado en la misma.
Algunos asistimos, con la perplejidad a la que acostumbro, a la reiterada tradición de asimilar los intereses de la Abadesa de turno con los del colectivo de integrantes de la congregación. No es la primera vez que lo planteo, pero sí circunscribiéndolo a la nuestra, porque me consta que en otras congregaciones del estado español las cosas relativas a los intereses generales se hacen de otra manera. En la última asamblea plenaria, al menos así lo interpretamos muchas personas, se adquirió un compromiso por parte de la Sra. Abadesa, de tratar en el foro de representación correspondiente, es decir, en la asamblea plenaria provincial, los temas relevantes para el colectivo. A la vista de los acontecimientos, una vez más, parece que todo fue un espejismo y se mantiene el sistemático incumplimiento, tanto en este y como en otros muchos temas, del programa que se comprometió a llevar a cabo en su designación.
Resulta llamativo, en referencia a diversas iniciativas pastorales de instancias superiores, que en la última comunicación se nos informe que nuestras congregaciones han sido deliberadamente apartadas de la pertinente fase de consulta del proceso de elaboración, porque es el mismo procedimiento que emplea nuestra Sra. Abadesa para tratar prácticamente todos los asuntos de interés general. Resulta aún más llamativo que se aparte deliberadamente algunas corrientes de los colectivos que componen la congregación, pero no a otros, para los que se encuentra holgadamente tiempo para reunirse con ellos con el fin de solicitar su apoyo incondicional. Salvo que la Sra. Abadesa piense que está en posesión de la verdad absoluta, se sorprendería de la fuerza moral y ética que otorga el llevar el apoyo del colectivo al que representa en la defensa de los intereses colectivos, aunque implique que dicha defensa no coincida al cien por cien con los intereses personales de algunos, incluidos los personales. Esta manera de trabajar, además de ser democráticamente más sana, haría que no hubiera necesidad de aportación de información sesgada tal y como se está haciendo.
No voy a opinar mientras se mantenga el formato y las formas, es irrelevante, ya que ni este es el foro ni yo el responsable de plantearlo. Por otro lado, dado que se nos da todo hecho, no voy a analizar el fondo de la cuestión que se plantea en la conferencia de Abades y Abadesas,  con el Anteproyecto de Ley para las enseñanzas monásticas del Ministerio Ecuménico, ni voy a valorar el enorme desconocimiento, a la par que torpeza, que suponen las alegaciones planteadas.
Pero lo que sí puedo hacer es exigir a la Sr. Abadesa que hable exclusivamente en su nombre y que no se atribuya la defensa del interés general de la congregación cuando se desconoce la opinión del colectivo al que se representa. Cuando conozcamos algún detalle más de lo ocurrido en las sesiones de trabajo de la Conferencia de Abades y Abadesas, tal vez sea necesario hacerlo extensivo también a ese ámbito. NO EN MI NOMBRE.
 
[PBD Profesor BullDog]. Vaya!, que directo y personalizado. Solo te faltaría un poco más de colmillo y ya te parecerías a mi.
[MDD Maestro Don Depende]. Bueno no está mal ya que no es una critica excesivamente ácida y le puede permitir reaccionar y pensarse las cosas un poco más para la próxima vez.
[ENR El Niño Roto]. Dejarlos trabajar que seguro que su intención es buena.
[MDD]. Tienes razón ENR. Además seguro que si no cambian la inercia los pondrá en el sitio en el que se merezcan. Es ciencia pura.

 

Francisco de Goya. Capricho 33. Al Conde Palatino
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[EFP] El funcionario Perplejo

Felicitación 2022 2023

Estimadas y estimados compañeros.
Quería felicitaros por el año que termina y muy especialmente por el trepidante cuatrimestre final, lleno de sobresaltos, sorpresas, varapalos, desbandadas, clamorosas ausencias y también, por qué no reconocerlo, de algún que otro acierto (sobre todo fruto del buen hacer del PAS) que no se si son suficientes para compensar tanta inquietud e incertidumbre, porque como sabéis las cosas buenas siempre saben a poco. Especialmente reseñable es que hayamos podido dar clases.
Debemos de felicitarnos (permitidme que me incluya), porque que hayamos conseguido sobrevivir al cuatrimestre, con una dirección que ni está ni se la espera (al menos en la facultad), con parálisis permanente de las comisiones reglamentarias, con el departamento mayoritario intervenido, con una memorable y largamente esperada auditoría de ANECA y con una remolona, obligatoria y única Junta de Facultad haciendo aguas por doquier. Sin duda el simple hecho de subsistir, lo podemos considerar un gran éxito colectivo o incluso casi me atrevería a decir que un milagro. En este sentido, vistas las últimas intervenciones, es evidente que cada cual tiene muy claro que parte de responsabilidad, ya sea grande o chica, tiene en el mismo.
Han sido cuatro meses gloriosos en los que hemos estado en boca de todos, del Rectorado, del Consejo de Gobierno, de los sindicatos, del servicio de prevención de riesgos … incluso hemos traspasado nuestras fronteras y hemos transitado hasta los tribunales de justicia con el incierto, aunque ecuánime, final que dicha travesía entraña. Con estas credenciales parece ineludible preguntarse hasta donde podemos llegar… ojalá que sea hasta el infinito y más allá. Es grato comprobar cómo siendo tan pocas personas como somos, seamos capaces de desplegar tal suerte de actividad, en tantos frentes y en tan poco tiempo; queda claro, nuevamente, que tenemos un potencial para la gestión impresionante.
También quería transmitiros los mejores deseos para el año que está a punto de comenzar. Creo que es un sentimiento compartido por una gran mayoría de nuestro colectivo, el deseo de que los dirigentes cumplan con los atractivos programas electorales que los llevaron a ser elegidos por mayorías muy cualificadas. Que ejerzan con transparencia su labor gestora, que rindan cuentas, que sean dialogantes y no impositivos, que no manipulen por intereses espurios, que no mientan o que no falten a la verdad, que cumplan con su palabra y con sus compromisos, que no utilicen sus cargos académicos para favorecer tanto sus ambiciones políticas como sus rendimientos personales, que lean concienzudamente el código ético del que hicieron su bandera y se lo aplique a sí mismos y no lo esgriman para arrojarlo contra los demás o contra el adversario, que cuando flaqueen por incompetencia o mediocridad se la reconozcan y pidan ayuda, que asuman su responsabilidad y no culpen siempre a otros de sus propias carencias.
Asumo que con el transcurrir del tiempo algunos de estos buenos deseos compartidos se irán diluyendo, olvidando y finalmente desapareciendo o simplemente convirtiéndose en inabordables hasta la llegada del nuevo año y la renovación de los buenos deseos o de la renovación de votos. Todo dentro de lo normal, excepto si es generalizado y si va acompañado de incapacidad y falta de volición. Es entonces cuando añoraremos que muestren un último y quizá único destello de dignidad y que se vayan.
Para terminar, como veréis no hay ni una sola palabra sobre calidad, docencia, innovación, investigación, currículo o transferencia. Ni tampoco ni una sola palabra relacionada con los estudiantes… todas ellas son serias y exceden con creces el contenido de este escrito y las dejaremos para que tintinen en nuestros oídos con los nuevos votos que están por llegar.
 
[PBD. Profesor BullDog. Vaya EFP, como se nota que estamos en Navidad y todo son buenos deseos . Yo solo salvaría los dos últimos párrafos en los que empiezas a mostrar tu mejor cara y a poner negro sobre blanco lo que nos espera….]
Francisco de Goya. Capricho 59. Y aun no se van!