A la atención de la Sra. Abadesa.
En primer lugar, quisiera felicitar públicamente por el éxito que se nos transmite en la organización de la Conferencia de Abades y Abadesas, entiendo que en su momento se dará información de los trabajos desarrollados y de los distintos temas de gran interés para los estudios monacales que se indica que se han tratado en la misma.
Algunos asistimos, con la perplejidad a la que acostumbro, a la reiterada tradición de asimilar los intereses de la Abadesa de turno con los del colectivo de integrantes de la congregación. No es la primera vez que lo planteo, pero sí circunscribiéndolo a la nuestra, porque me consta que en otras congregaciones del estado español las cosas relativas a los intereses generales se hacen de otra manera. En la última asamblea plenaria, al menos así lo interpretamos muchas personas, se adquirió un compromiso por parte de la Sra. Abadesa, de tratar en el foro de representación correspondiente, es decir, en la asamblea plenaria provincial, los temas relevantes para el colectivo. A la vista de los acontecimientos, una vez más, parece que todo fue un espejismo y se mantiene el sistemático incumplimiento, tanto en este y como en otros muchos temas, del programa que se comprometió a llevar a cabo en su designación.
Resulta llamativo, en referencia a diversas iniciativas pastorales de instancias superiores, que en la última comunicación se nos informe que nuestras congregaciones han sido deliberadamente apartadas de la pertinente fase de consulta del proceso de elaboración, porque es el mismo procedimiento que emplea nuestra Sra. Abadesa para tratar prácticamente todos los asuntos de interés general. Resulta aún más llamativo que se aparte deliberadamente algunas corrientes de los colectivos que componen la congregación, pero no a otros, para los que se encuentra holgadamente tiempo para reunirse con ellos con el fin de solicitar su apoyo incondicional. Salvo que la Sra. Abadesa piense que está en posesión de la verdad absoluta, se sorprendería de la fuerza moral y ética que otorga el llevar el apoyo del colectivo al que representa en la defensa de los intereses colectivos, aunque implique que dicha defensa no coincida al cien por cien con los intereses personales de algunos, incluidos los personales. Esta manera de trabajar, además de ser democráticamente más sana, haría que no hubiera necesidad de aportación de información sesgada tal y como se está haciendo.
No voy a opinar mientras se mantenga el formato y las formas, es irrelevante, ya que ni este es el foro ni yo el responsable de plantearlo. Por otro lado, dado que se nos da todo hecho, no voy a analizar el fondo de la cuestión que se plantea en la conferencia de Abades y Abadesas, con el Anteproyecto de Ley para las enseñanzas monásticas del Ministerio Ecuménico, ni voy a valorar el enorme desconocimiento, a la par que torpeza, que suponen las alegaciones planteadas.
Pero lo que sí puedo hacer es exigir a la Sr. Abadesa que hable exclusivamente en su nombre y que no se atribuya la defensa del interés general de la congregación cuando se desconoce la opinión del colectivo al que se representa. Cuando conozcamos algún detalle más de lo ocurrido en las sesiones de trabajo de la Conferencia de Abades y Abadesas, tal vez sea necesario hacerlo extensivo también a ese ámbito. NO EN MI NOMBRE.
[PBD Profesor BullDog]. Vaya!, que directo y personalizado. Solo te faltaría un poco más de colmillo y ya te parecerías a mi.
[MDD Maestro Don Depende]. Bueno no está mal ya que no es una critica excesivamente ácida y le puede permitir reaccionar y pensarse las cosas un poco más para la próxima vez.
[ENR El Niño Roto]. Dejarlos trabajar que seguro que su intención es buena.
[MDD]. Tienes razón ENR. Además seguro que si no cambian la inercia los pondrá en el sitio en el que se merezcan. Es ciencia pura.